El equipo es reflejo del líder
Trabajar con un equipo diverso demanda una gestión estratégica y liderazgo para obtener los resultados que se desean, es decir, un grupo cohesionado cuya mayor motivación no sea el cheque que llega cada quincena, sino que estén comprometidos a cumplir los objetivos estratégicos de la institución
La influencia y la gestión del jefe de área es fundamental, es quien debe liderar, pero a veces la falta de experiencia en un cargo así o trabajando con personas muy diferentes en cultura o educación, puede jugarte una mala pasada.
En alguna ocasión me contrataron para trabajar en esto precisamente: “lograr la cohesión del grupo”. El jefe de área sabía que algo estaba mal, aunque no lo tenía muy claro, y necesitaba solucionarlo, ya que el éxito de su gestión dependía –obviamente– de su equipo.
Estos fueron algunos de los principales problemas identificados:
Desconfianza: del jefe hacía su equipo.
Regionalismo: el jefe provenía de una región distinta a la de su personal.
Amenazas: de sancionar o cambiar de área a quien no cumpla con los objetivos.
Poca apertura: no hablar abiertamente de temas importantes como los inconvenientes.
Sospechas: invasión en la vida privada de algunos colaboradores.
Además: chisme, rumor y hablar a espaldas de los colaboradores.
Como era de esperar, esto inquietó al grupo provocando:
Desconfianza: hacía el jefe y su personal de confianza.
Poco liderazgo: el equipo no se identificaba con la forma de dirigir del jefe.
Temor: ante las posibles sanciones.
Poco respeto: algunos salían sin ser vistos en plena jornada laboral.
División: uno que otro fungía de espía para informar al jefe.
Poca colaboración: quedarse horas extras no era bien recibido por el personal.
Hay que sumar las necesidades que el personal tenía y no eran atendidas:
Herramientas: tenían equipos antiguos y las licencias de software caducadas.
Capacitación: necesitaban actualizarse con cursos o talleres para su desarrollo profesional.
Poca participación: Pese a que tenían cierta antigüedad trabajando en el lugar, sus opiniones no eran tomadas en cuenta.
Incentivos: las horas extras no tenían reconocimiento económico ni motivación alguna.
Transporte: carecían de un vehículo que los acercara a sus casas, que estaban lejos, si trabajaban fuera de horario.
Para solucionar cualquier tipo de diferencias es imprescindible la colaboración y participación de quien lidera el área, es quien debe comandar los cambios, pero además debe cultivar:
No hay comentario que por bien intencionado no llegue a los oídos de los involucrados, además, se trabaja con la voluntad de las personas, es cierto que se las puede obligar a cumplir, para eso les pagan, pero ¿no es mejor sumar voluntades para obtener resultados? o ¿prefiere tener una actitud autoritaria a un equipo comprometido?
Piénselo, el equipo que deseas puede estar a una decisión de mejorar tu liderazgo.
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